martes, 20 de septiembre de 2016

Toc, toc, toc...

Hola, buenas, soy "fulanita de tal".
Una chica cualquiera de 35 años. Ni muy alta, ni muy baja. Ni muy fea, ni muy guapa. Ni muy lista, ni muy tonta.
Como muchos de vosotros, dedico mi día a día a intentar encontrar trabajo. Relleno cada inscripción que encuentro a través de internet.
Todo lo que encaje o parezca encajar con mi perfil hace que yo me monte mentalmente el cuento de la lechera. Cierro los ojos y me imagino despachando alegremente en esa tienda a la que he ido mil veces a comprar.
Abro los ojos y tengo una notificación. "Su currículum ha sido descartado"
Bahhhh, ellos se lo pierden.

Sigo escudriñando arriba y abajo con la ruleta de mi ratón y observo (inevitablemente) ciertas ofertas que al principio pasaba de largo, pero que ahora tengo por costumbre leer.
A pesar de que mis casi octogenarios padres me recibirían con los brazos abiertos cual hija pródiga en su hogar, prefiero intentar agotar al máximo todas las posibilidades.

Uy, no piden idiomas, ni experiencia, tampoco parece importarles la edad y no tienes que ser discapacitado. ¡Qué raro!
En fin, ¿tengo algo que perder? ¡CLIC!

A las pocas horas...
 Jajejijojuuuuu, no me descartan, esto promete. Uy, uy, uy, si encima pone que dan de alta en la seguridad social ¡todo un lujo!
¿Que hay un fijo + comisiones? ¡Muy fuerte!

¡RING, RING! ¿Sííííí...?
¡¡Ay mi madre!! ¡¡Que me han llamado para una entrevista!!

Al día siguiente...
Hola, buenas, soy "fulanita de tal". Vengo a una entrevista.

Media hora más tarde...
Bueno, ya está, ya pasó. Y tampoco me ha ido tan mal.

Tres horas después...
¡RING, RING, RING! ¿Digaaaaaaaa...?
¡Enhorabuena, ha sido usted seleccionada como asesora comercial a puerta fría para una importante cadena de telefonía! ¡Venga usted mañana a comenzar la formación!

Dos horas más tarde...
¡DINGGGGGGG, DONGGGGGGGGGG!
Me acerco a la mirilla tan sigilosa como un minino. Allí está ella, una asesora comercial de la susodicha compañía. No respiro, no me muevo. ¿Notará mi presencia a través de la puerta? No, creo que no, porque ya se marcha. La veo bajar las escaleras con paso airoso y yo pego la oreja a la puerta para ver si consigo escuchar algo. Tan solo 3 vecinos abren la puerta (1 ya es cliente, a los otros 2 no les interesa), 2 vecinos nos hacemos los locos (sí, sé de buena tinta que la vecina de arriba está en casa, escucho sus tacones), los otros 4 vecinos no están en casa. Viviendas 9- Asesora Comercial 0
Se me remueve la conciencia por no haber abierto la puerta.


CONTINUARÁ...